Albert Camus

Cartas a un amigo alemán

Albert Camus, Cartas a un amigo alemán, Tusquets, 2007, 72 páginas. Traducción de Javier Albiñana.

Cartas a un amigo alemán, Albert CamusEsta breve obra de Albert Camus se compone de cuatro cartas que fueron escritas entre julio de 1943 y julio de 1944. Forman un pequeño ensayo político-filosófico, «un documento de la lucha contra la violencia», y su mensaje es válido para cualquier época, pues en ellas se defienden valores esencialmente humanos, como son la justicia, la libertad y el derecho de los individuos a combatir la brutalidad física y espiritual de todas las dictaduras.

Las dos primeras cartas se publicaron, respectivamente, en Revue Libre y en Cahiers de Libération, y las otras dos, escritas para Revue Libre, permanecieron inéditas hasta su publicación en forma de libro, en una tirada muy reducida, después de la Liberación de París. La tercera carta apareció de nuevo en el semanario Libertés a principios de 1945. Hasta la edición italiana de 1948, el autor se negó a que fuesen traducidas y publicadas en el extranjero por varias razones que expone en el prólogo, entre otras, que «son escritos coyunturales, y, por tanto, puede traslucirse en ellos un tono de injusticia».

Su desarrollo es sencillo, pero contundente. Se puede rastrear en ellas la evolución de la guerra y la forma en que el autor ve a quienes desean destruir todo lo que ama. La primera comienza haciendo referencia a una conversación que ambos tuvieron en 1938: «hace de eso cinco años», le dice Camus a su «amigo alemán», y también que le gustaría poder amar a su país sin dejar de amar la justicia, en respuesta a una interpelación constante del alemán: «¡No ama usted a su país!». Tanto esta como la segunda, las utiliza el autor para exponer y contraponer sus puntos de vista respecto a la guerra y la violencia. Deja claro que para quienes son como él no todo vale, que no les ciega el afán de construir su país a costa de la destrucción y el sometimiento de sus vecinos. Desarrolla de una forma muy contemporánea, pero intemporal a la vez, una idea que en Occidente se puede rastrear hasta el relato bíblico de Caín y Abel, donde se establecen los dos modos de enfrentarse al mundo.

En las cartas tercera y cuarta, Camus abandona cualquier posición de inferioridad que pudiera haber mostrado y se enfrenta a sus enemigos en igualdad de condiciones. No solo defiende la causa particular de Francia, sino la de toda la Europa que se siente y quiere ser libre. Describe cómo, únicamente con las armas de la razón, la justicia y el respeto por el dolor ajeno, se puede llegar a consolidar una Europa fuerte y unida. La última fue escrita poco antes de la Liberación de París, cuando ya estaba claro que solo era cuestión de tiempo que los nazis abandonaran Francia y capitularan ante los Aliados, y ello se percibe en el tono que adopta: «Se acerca el momento de su derrota», comienza diciéndole. Trata a su interlocutor como a un perdedor. No solo sabe que su causa es justa —lo supo siempre—, ahora está seguro de que vencerán, porque, a diferencia de su antiguo amigo, él ha «elegido la justicia para permanecer fiel a la tierra».

Estas cartas suponen un rechazo sin matices a la guerra y a las razones que llevaron a su desencadenamiento. Y son también una devastadora crítica a esa Europa que pareció no haber escarmentado tras la catástrofe que en todos los órdenes supuso la Primera Guerra Mundial. Su lectura no solo es reconfortante para el público familiarizado con el tema de la justicia en la obra de Camus, sino para cualquier persona dotada de sensibilidad. En ella encontrará el lector una fuente generosa de sólidos argumentos contra la violencia de los totalitarismos y contra su misma esencia.

Albert Camus (Mondovi, actualmente Dréan, Argelia, 1913 – Villeblerin, Francia, 1960). Novelista, dramaturgo y ensayista francés. Nacido en el seno de una modesta familia de emigrantes franceses (la familia de su madre descendía de la localidad menorquina de San Luis). Su infancia y gran parte de su juventud transcurrieron en Argelia. Inteligente y disciplinado, empezó estudios de filosofía en la Universidad de Argel, pero no pudo concluirlos a causa de la tuberculosis. En 1937, publicó El revés y el derecho, y dos años más tarde, Bodas, un conjunto de artículos que incluyen numerosas reflexiones inspiradas en sus lecturas y viajes. En 1940, se trasladó a París, donde pronto encontró trabajo como redactor en Paris-Soir. Comenzó a ser muy conocido cuando se publicó en 1942 su novela corta El extranjero y el ensayo El mito de Sísifo, obras que se complementan y que reflejan la influencia que sobre él tuvo el existencialismo. De entre el resto de su producción, merecen destacarse la obra de teatro Calígula (1944), las novelas La peste (1947) y La caída (1956), y los ensayos El hombre rebelde (1951) y Reflexiones sobre la guillotina (1957), año en que se le concedió el Premio Nobel de Literatura. Falleció a los cuarenta y seis años en un accidente automovilístico.

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